El estudio Santiago Sevillano presenta una colección de sillas inspirada en uno de los símbolos de la ciudad de Valencia: el murciélago. La ciudad, donde se encuentra el estudio, siempre ha percibido al murciélago como un signo de buena suerte, como lo demuestra el hecho de formar parte de su escudo. Así, y tomando como referencia las alas del murciélago, el estudio ha desarrollado una colección de sillas caracterizadas por un singular respaldo en madera contrachapada con tapicería.